Como veis no me arrepiento en absoluto de mi elección 😏
Tal y como os decía, solamente ha pasado un año. La
importancia de esto no radica en el hecho en sí, sino en la velocidad en la que
ha transcurrido todo: mi primer día en la universidad, ver a mis nuevas compañeras
y conocer a los profesores, los primeros exámenes, las primeras fiestas de
Enfermería, y, lo más fundamental, las primeras prácticas en el hospital. Y es que el tiempo pasa muy rápido, sobre todo cuando estás disfrutando de algo. Sin
embargo, también he de reconocer que el tiempo no pasó tan deprisa conforme
llegaba la fecha del comienzo de las prácticas, supongo que debido a las ganas
tan grandes de que llegara aquel día. Ya os iré contando mi experiencia con
estas últimas...
Hoy no vengo a contaros el porqué de mi elección, pero como
ya os imaginareis no fue una decisión forzada, ya que lo que más se podía
observar en mí era esa ilusión y esas ganas por empezar esta nueva etapa. La
verdad que me pasé gran parte del verano imaginando como sería ese primer año.
Los días antes de empezar las clases estaba nerviosilla 😅, supongo que por una parte
estaban los nervios por conocer a la gente y saber si vas a encajar, y por
otra, los nervios "buenos" por la curiosidad de empezar y saber cómo
va a ser todo.
La verdad que las primeras impresiones fueron muy buenas,
sobre todo a nivel de las compañeras, ya que enseguida encajé con las que ahora
son unas grandes amigas a las que quiero un montón. A nivel de las asignaturas,
no os voy a engañar, ya que a pesar de que algunas estaban bien, el agobio de
los exámenes no te lo quita nadie. Pero lo mejor sin duda fueron las prácticas.
En definitiva, el primer año fue muy intenso y tuvo sus
buenos momentos y algunos no tan buenos, por ejemplo, con los exámenes, como
diría cualquier estudiante 😉. Pero sin duda alguna, puedo decir que este año me
ha servido fundamentalmente, independientemente de lo aprendido, para reafirmar
mi elección sobre el futuro profesional que quiero tener 💉💉💉.